El color de la magia, Terry Pratchett

   Hace ya 5 años que leí por primera vez este libro, que descubrí la prosa de Terry Pratchett, ese humor inglés tan ácido que tiene a veces y ese Mundodisco donde cualquier cosa es posible. 

   Ahora, gracias a la envidia cochina un amigo, por fin me he animado a releerlo. Me propuse allá por septiembre releer los libros de esta saga para poder luego seguir con los que aún no he catado de una forma más o menos continua, pero siempre se me terminan cruzando las lecturas, ya sabéis cómo es esto. 

   Cuando iba a leer este libro, un amigo me recomendó que no empezara por este, que no es representativo de lo que es luego la saga, que es muy extraño. Tan extraño, que su trama no termina aquí, sino que nos deja colgados para seguir en La luz fantástica. Tan extraño, que está dividido en cuatro partes que parecen más relatos que continúan una misma trama que capítulos de un libro. 

   No obstante, aquella vez no hice caso y esta tampoco. Ahora me quiero leer la saga en orden de publicación (antes no seguía ningún orden en concreto, sólo respetaba el de las sagas), y había que empezar por el primero. Aunque sea así de raro. 

   Está narrado en tercera persona por un narrador omnisciente al que a veces se le va un poco la cabeza y nos cuenta cosas anecdóticas del disco. Esto es algo que me encanta, que pare la acción para hablarnos de los dioses, de la forma del disco, de la Tortuga... Vamos haciéndonos a la idea de lo que pasa en ese mundo sostenido por cuatro elefantes que viajan a lomos de una tortuga, de lo loco que es todo. Aquí los protagonistas son Rincewind, un mago que expulsaron de la Universidad Invisible y Dosflores, un turista que viaja con su Equipaje, un baúl hecho de madera de peral sabio, que seguirá a su dueño a donde haga falta. Dosflores lleva una carga exagerada de oro (para él es calderilla...) y termina en Ankh-Morpork, la ciudad más peligrosa donde puedes ir con mucho dinero. A partir de ahí empiezan sus aventuras juntos, aunque desventuras sería más correcto, porque no hay cosa que no les pase a ellos. 

   Es delirante, alocada, absurda en muchas ocasiones. Una novela que arranca más de una sonrisa y alguna que otra carcajada (aunque yo tengo la risa muy fácil). Aún no aparecen muchos personajes que más adelante serán secundarios recurrentes, pero vamos conociendo poco a poco el Mundodisco y sus peculiaridades.