Autor: John Kennedy Toole
Editorial: Anagrama
Número de páginas: 362
Precio: 10 €Sinopsis: Ignatius J. Reilly ve trastocada su tranquila existencia cuando, después de un aparatoso accidente de coche, su madre le obliga a salir a buscar trabajo. Después de haber estado largo tiempo en la universidad y otro tanto encerrado en su habitación escribiendo como un loco en cuadernos Gran Jefe, Ignatius tiene una visión particular de la realidad, que le llevará a vivir una serie de alocadas aventuras y peripecias mientras va pasando de un trabajo a otro.
No sé qué me pasa que últimamente me encanta todo lo que leo. Iba a comenzar este post con la frase: "probablemente la mejor lectura que he tenido en mucho tiempo" y después me he dado cuenta de que puedo aplicar esa afirmación a muchas novelas que he leído este año. Quizá estoy teniendo una racha de buena suerte o, como diría Ignatius, Fortuna hace girar su rueda favorablemente para mí.
Esta novela ganó un premio Pulitzer. Quizá esto asuste a algunos lectores, pues muchas veces asociamos (al menos yo lo hago) grandes premios con obras aburridas, pero nada más lejos. Es una novela irónica, divertida, histriónica, con personajes tan particulares que te enternecen o te hacen querer matarlos.
La acción transcurre en el Nueva Orleans de los años 60 (más o menos), y se van sucediendo una serie de circunstancias tan absurdas unas y tan tristemente ciertas otras, que han hecho que no pueda parar de leer y meditar al respecto.
Y, sobre todo, la narración es extraordinariamente buena. Pocas veces un autor consigue que conozcas la personalidad de los protagonistas de la obra mediante la narración, con el vocabulario escogido, sin dar apenas datos descriptivos de ellos. En las partes que aparece Ignatius, el narrador se vuelve pedante, como es el propio Ignatius, y te hace partícipe de su visión particular del mundo. Muchas veces entran ganas de pegarle un par de buenas bofetadas para que espabile, pues, como si de un niño pequeño se tratara, Ignatius cree que todo lo malo que le pasa es una confabulación contra él.
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John Kennedy Toole |
Así pues, esta es una de esas novelas que no te dejan indiferente. Su autor, John Kennedy Toole, del que se piensa que se caricaturó en Ignatius, intentó publicarla y después de algunos rechazos por parte de las editoriales, se suicidó. Su madre, al descubrir el manuscrito, insistió en editoriales e incluso localizó al escritor Walter Percy, que cuenta en el prólogo de la novela cómo le llevó el libro y que, aunque al principio era reacio a su lectura (debido a la gran cantidad de manuscritos que solían llegarle y de los cuales pocos merecían la pena), al poco se enganchó completamente.
Ha sido una lectura tremenda, de esas que te revuelven por dentro y te hacen pensar, y le agradezco a mi hermana Pi su descubrimiento. Os animo desde aquí a leerla, o a dejarme vuestras impresiones si ya lo habéis hecho. Ya sabéis que me encantan vuestros comentarios.