viernes, 27 de febrero de 2015

Estoy leyendo #15


   Después de terminar La subasta del lote 49 de Thomas Pynchon (lectura que estoy procesando y cuya reseña os traeré en breves) no sabía muy bien qué leer, así que he metido la mano en la Tardis Book Mug y el elegido ha sido... 


Hijos de Hombres, de P.D. James. 

   Es una distopía a la que le tengo ganas desde hace mucho, así que estoy muy contenta. Empieza así: 

En la madrugada de hoy, 1º de enero del año 2021, tres minutos después de las doce, murió en una pelea en un suburbio de Buenos Aires el último ser humano nacido sobre la faz de la tierra: tenía veinticinco años, dos meses y doce días. 


   Un principio impactante, que capta toda la atención del lector. Espero que el desarrollo sea igual de adictivo que estas primeras líneas. 

   ¿Habéis leído este libro? ¿Qué inicio de lectura tenéis vosotros? 

miércoles, 25 de febrero de 2015

¡Pedrita Parker viene a Madrid!

   La semana pasada os traía la reseña del libro de Pedrita Parker (podéis recordarla aquí) y hoy vengo con un notición.

 ¡¡Viene a Madrid a presentarla!! 

   Este viernes, en La Central de Callao, acompañada por la estupenda Moderna de Pueblo (reseña de Los capullos no regalan flores aquí) estará Pedrita a las 19:30 presentando Esa "cosa" (extraña) llamada amor. Desde luego, yo no me lo pienso perder. 



   Para los malagueños, estará hoy miércoles, también con Moderna de Pueblo, en La Térmica a las 20. 

   Podéis ampliar información, y ver la estupenda viñeta que han hecho juntas, en este enlace

lunes, 23 de febrero de 2015

Pollo con ciruelas, Marjane Satrapi

    Me apunté este cómic por recomendación de alguien (no recuerdo ya ni quién) y ahora, años después, le ha llegado su turno. Marjane Satrapi es más conocida por su obra Persépolis, y este Pollo con ciruelas es una obra independiente, no exenta de genialidad. 

   Desde luego tiene un estilo peculiar, un dibujo rotundo (mucho contraste de blancos y negros, trazos muy gruesos...) y una forma de transmitir lo que quiere hacer llegar al lector muy especial.

   A través de la historia de un músico en busca de un tar que sustituya el que rompió su mujer tenemos unos esbozos de la historia de Irán, amor, desamor y mucha melancolía. 


    Es un cómic devastador, que en pocas páginas te cuenta la historia de una familia, su pasado, pero también su futuro, con una narración cautivadora. 



   Me ha encantado la historia de Nasser Ali, su tar, su mujer, sus hijos, y todo lo que les rodea, esos años inciertos de Irán después de la entrada de Estados Unidos en escena... En definitiva, un cómic muy recomendable, incluso para aquellos a los que no os gustan los cómics. 

    Yo, por mi parte, me anoto Persépolis, de esta autora, en la lista de eternos pendientes. 

viernes, 20 de febrero de 2015

Estoy leyendo #14

   Hace un tiempo, Sasy me recomendó La subasta del lote 49 de Thomas Pynchon, tan encarecidamente, que me lo tuve que apuntar. Es ahora cuando he decidido empezar esa novela y comparto con vosotros su inicio: 

Una tarde de verano, al volver de una fiesta organizada por Tupperware donde la anfitriona había puesto quizá demasiado kirsch en la fondue, la señora Edipa Maas se enteró de que la habían nombrado albacea de la herencia de un tal Pierce Inverarity, un magnate californiano de las inmobiliarias que cierta vez había perdido dos millones de dólares en su tiempo libre pero cuyos restantes bienes eran aún lo bastante numerosos y complicados como para que el trabajo de clasificarlos fuese algo más que simbólico.

   


   Es un principio extraño, en el que avanzamos para adentrarnos en una ¿trama? aún más extraña. No sé muy bien por dónde coger esta lectura, pero afortunadamente es tan breve que creo que no lo dejaré sin acabar. 

miércoles, 18 de febrero de 2015

Planeta Champú, Douglas Coupland (no-reseña)

  Hace unas semanas empezaba a leer este libro, al que tantas ganas le tenía, sin saber absolutamente nada del argumento. A veces la intuición acierta y otras, como en este caso, falla estrepitosamente. 

   A pesar de que tenía un inicio prometedor (como os enseñaba en esta entrada), la cosa se empieza a desinflar a las pocas páginas. Los personajes son planos y acartonados, me ha costado mucho diferenciarlos unos de otros. Sí, quizá la madre sobresalga un poco pero tampoco demasiado. La trama es inexistente y tengo la sensación de que lo que me quedaba por delante no iba a solucionarlo. 

   He aguantado más o menos la mitad del libro hasta que he decidido abandonarlo. Me cuesta mucho no terminar libros, no me gusta nada, porque siempre me queda la duda del "¿y si...?". ¿Y si luego mejora? ¿Y si me estoy perdiendo una novela maravillosa? 

   El problema es que con la mitad del libro leída no me habían contado absolutamente nada que me interesase lo más mínimo, y me daba exactamente igual lo que tuvieran que contarme en la mitad restante. Cuando abordas una lectura con tal desinterés, creo sinceramente que es mejor aparcarla. Quizá retome este libro dentro de un tiempo y le dé una oportunidad (no sería la primera vez), pero de momento, no quiero seguir leyéndolo. 

   ¿Y vosotros? ¿Termináis los libros aunque no os estén gustando o sois más de abandonar a las pocas páginas? 

lunes, 16 de febrero de 2015

Esa cosa (extraña) llamada amor, Pedrita Parker

Descubrí a Pedrita Parker a mediados del año pasado y me encantan sus dibujos. Tiene un toque especial, muy tierno, y sus mensajes buenrolleros pero sin ser pastelosos me cautivaron. Tanto, que de vez en cuando desayuno en su taza de la Reina Pecas, que me autorregalé al poco de conocer a esta ilustradora. 

   Por eso, tenía que tener este libro, y me ha caído como regalo de cumpleaños, así que estoy feliz. Casualmente, celebré mi cumpleaños en San Valentín (no porque caiga, sino porque era el sábado más cercano) y me pareció curiosamente apropiado a pesar de que odio San Valentín

   Es un libro que se lee en un ratín de nada, y habla, como bien dice el título, del amor. Los flechazos, las primeras citas, cuando va bien, cuando va mal... Me ha encantado porque es una visión del amor que comparto al 100%, en la que las cosas tienen que ser fáciles porque si no lo son, es que algo está fallando. Estoy un poco harta de historias de amor complicadas, parejas con problemas, a las que les cuesta horrores llegar a estar juntos porque, amigos, en la vida real esto no debería ser así. Quedará muy bien en una novela o una película, pero el problema es cuando lo extrapolamos al día a día y pretendemos encontrar un chico problemático para cambiarle o arreglarle los traumas. 

   En fin, que me voy. Me gusta más esta visión sencilla y bonita del amor, y me he sentido muy identificada en muchas partes. Tanto, que se me saltaron las lágrimas en la cuarta parte: "¿Cómo saber si estáis enamorados?". Me pilló muy sensiblona.

   En definitiva, este libro ilustrado es una pequeña gran joya, que pasa a ocupar un lugar especial en mi biblioteca. Como fan de Pedrita Parker y la Reina Pecas, no puedo dejar de recomendarlo. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

Divago, luego existo

   Me encanta leer y siempre he dicho que leo de todo pero esa afirmación no es del todo cierta. Nadie lee de todo. Quien lee literatura histórica y novelas de misterio, no lee chick-lit y humor (por ejemplo). Habrá quien lea histórica, misterio, chick-lit y humor, pero se deje fuera los cómics. Y aún en el caso de que lea cómics también, puede que no le dé a los ensayos. Y si lo hace, quizá no lea clásicos. 

   Todos tenemos nuestros géneros predilectos, y es normal, no pasa absolutamente nada por no salir de nuestra zona de confort. Quien quiera leer sólo para pasar el rato, tiene todo el derecho del mundo a hacerlo, pero yo, personalmente, prefiero enfrentarme de vez en cuando a lecturas diferentes, lecturas que me supongan un reto, que marquen una diferencia. 

Foto sacada de pinterest
   Soy ferviente admiradora del terror, la fantasía y, en menor medida, la ciencia-ficción. Me gusta el chick-lit, los clásicos y los cómics. Dentro de esos géneros hay cosas que me gustan más y cosas que me gustan menos, pero procuro variar. Ahora mismo, para subsanar el problemilla de leer pocos clásicos, estoy recurriendo a dos vías: por un lado el reto del que os hablé el lunes, y por otro, el club de lectura Pickwick, cuya información podéis encontrar en tumblr y facebook

   Por otro lado, no siempre busco entretenerme cuando leo. A veces busco aprender algo nuevo, y por eso ocasionalmente (menos veces de las que me gustaría) recurro a los ensayos. Es el género olvidado en la blogosfera literaria, o al menos esa sensación me deja no ver prácticamente ninguna reseña de ensayo por los blogs que visito y, sin embargo, no tiene por qué ser una lectura árida ni aburrida. 

   Hace unos meses leí Chavs, de Owen Jones, y es un libro que aún sigo recomendando. De hecho, enganché a mi hermana para hacer lectura conjunta. Podéis recordar la reseña en este enlace. Más recientemente he leído Breve Historia de los Vikingos, de Manuel Velasco que si bien no lo he reseñado, os puedo asegurar que es una forma amena, divertida y didáctica de acercarse a esos pueblos del norte. 

   Me gustaría que me contarais en los comentarios vuestra opinión sobre las "zonas de confort literarias", si os gusta quedaros en los géneros que más os atraen o, por el contrario, el espíritu aventurero hace que naveguéis por aguas más turbulentas. ¿Os soléis acercar al ensayo, poesía o teatro? ¿Probáis géneros que os atraigan muy poquito? 

lunes, 9 de febrero de 2015

Recuperando Retos


   Tengo el vicio de procrastinar. No puedo evitarlo, si puedo dejar algo para el último momento, lo hago incluso de forma inconsciente y luego me tiro de los pelos cuando hay que darse prisa para cumplir un plazo. Es un gran defecto, pero es de esas cosas que tampoco puedes evitar, a pesar de tener un recordatorio de no hacerlo marcado a tinta en la muñeca. 


   Y con los retos me ha pasado igual. Hubo muchos que abandoné por imposibles, pero hay uno que he tenido siempre en mente y que, aunque se me está acabando el tiempo, no llevo ni la mitad. Allá por 2010, cargada de optimismo, me propuse 50 libros que leer antes de los treinta. El problema es que los 30 se van acercando y llevo 9 de 50

   Me di cuenta hace pocos días que me queda poco más de un año para cumplir este reto y en vez de agobiarme, he decidido ponerme las pilas y leer todos los libros que pueda de esta lista antes de febrero de 2016. Al fin y al cabo, son libros que quiero leer. No sé si lo conseguiré o no, pero al menos quiero intentarlo. Se admiten apuestas. 

   ¿A vosotros os pasa eso de dejar las cosas para el último momento? 

viernes, 6 de febrero de 2015

Ácido sulfúrico, Amélie Nothomb


   Hacía años que quería leer algo de Amélie Nothomb y siempre posponía sus lecturas. A todos nos pasa con algún libro o autor, que por muchas ganas que le tengamos, no encontramos el hueco. Fue la reciente reseña de Shorby la que me hizo querer coger YA este libro y devorarlo. 

   Lo he leído del tirón, de una sentada. Sus 168 páginas no dan para más. El estilo es directo, árido, sin adornos. Tan árido como el reality que nos presenta: un campo de concentración al estilo nazi donde los presos son capturados en contra de su voluntad y obligados a permanecer ahí hasta que son expulsados mediante ejecución. 
 
   Sin describir mucho, consigue que nos hagamos una idea de lo terrible que llega a ser la vida en Concentración (original el nombre del programa) y de la terrible realidad de los seres humanos: los índices de audiencia no paran de subir. 

   Me ha gustado mucho el estilo de la autora, esa forma de ir al grano sin contemplaciones. Últimamente tengo la sensación de que muchos libros están engordados con paja innecesaria y es una maravilla encontrarse justo lo contrario. De vez en cuando, ojo, que hay paja que no molesta. 

   La premisa y la resolución del libro es lo que menos me ha convencido. Por un lado porque esa idea de reality tan extremo es algo que ya he leído y con bastante más gracia en libros de Stephen King como La larga marcha o El fugitivo (os los recomiendo mucho, son dos libros geniales). Por otro lado, el final me ha parecido flojo, podría haber dado para mucho más. 

   Y luego además, no paro de pensar que la autora nos presenta un mundo normal, como el nuestro, no uno post-apocalíptico ni nada así y no dejo de preguntarme dónde está la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU para impedir ese programa. Quizá es que le doy demasiadas vueltas, quizá es que la autora no ha querido dar más explicaciones, pero personalmente, eso hacía que no me terminase de creer la historia. 

   Por lo demás, me ha gustado y repetiré con Nothomb, seguro. 

miércoles, 4 de febrero de 2015

Jagannath, Karin Tidbeck

Madrid. Feria del Libro 2014. Recorro los puestos de librerías buscando una en concreto: ediciones Nevsky. Me apetece un libro extraño, en una edición cuidada y sé que en Nesvky puedo encontrar alguna joyita.

   Hablo un ratito con el chico del puesto, comentándole que leí hace tiempo El lunes empieza el sábado, que también editaron ellos, y me recomienda este libro, Jagannath, de Karin Tidbeck. Ni título ni autora me suenan de nada, pero su ferviente recomendación, unida a esa sugerente portada, hace que me lo lleve sin dudar. "Te va a gustar", afirma él.

   Me lo llevo a casa pero tienen que pasar meses hasta que decida empezarlo. Es un libro de relatos, así que leo un cuento cada noche, no me da para más: al terminarlo, tengo que darle vueltas a lo que he leído, sopesarlo, asimilarlo.

   Todos los cuentos son raros, y todos son fantásticos en todos los sentidos posibles. La autora tiene un estilo muy cuidado, elegante; y sus relatos no dejan indiferente. He tardado meses en terminar este libro en parte porque al terminar un relato me gustaba pensar en él un tiempo, y en parte porque no quería que se terminara.

   Todos los relatos son buenos, pero hay algunos que son extraordinarios. Rebecka y La montaña de los renos compiten por ser los mejores relatos que he leído nunca, especialmente el primero, un cuento de terror muy extraño que, sin explicar demasiado, funciona de manera extraordinaria. 

   No todos los cuentos son para todos los públicos. Los hay de fantasía más o menos inocente, los hay muy bestias, los hay más tirando hacia el terror... Alguno incluso no es apto para estómagos sensibles. 

   Pero en conjunto, este libro me parece más que recomendable, una pequeña joya que pasa a formar parte de mi biblioteca. Gracias, de corazón, al muchacho que me recomendó este libro. Tenías razón: me ha encantado. 

lunes, 2 de febrero de 2015

Estoy leyendo #13


   Por fin he conseguido hacerme con un ejemplar de Planeta champú, de Douglas Coupland, libro que estaba resultando casi imposible de encontrar. La biblioteca de mi nuevo barrio me encanta, claro, si me va a permitir leerme libros a los que llevo años queriendo hincarle el diente. Y empieza así: 


Cuando mi madre Jasmine despertó esa mañana llevaba la palabra D-I-V-O-R-C-I-O escrita en la frente con un gran rotulador negro y trazada en sentido inverso, como para ser leída en un espejo. Ella no sabía, claro está, que la palabra estaba allí cuando despertó. 

   Es un inicio muy raro, que promete que la lectura va a ser, cuanto menos, peculiar. 

   ¿Conocíais este libro? ¿Tenéis alguna lectura pendiente porque os resulta imposible encontrar el ejemplar? 
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