Título original: Oksa Pollock. L'inespérée.
Autoras: Anne Plichota y Cendrine Wolf
Editorial: Planeta
Número de páginas: 652
Precio: 18,95 €
Sinopsis [de la contraportada]: Oksa Pollock pensaba que era una adolescente como las demás, pero todo cambió después de aquella noche... Oksa y su familia acaban de mudarse a Londres. Han alquilado una casa en la que caben todos: ella y sus padres se han instalado en las dos primeras plantas y abuela Dragomira, en el ático. Oksa está nerviosa porque todo es nuevo y diferente pero por suerte está con Gus, su mejor amigo. Él también se ha trasladado a la ciudad con su familia, y no sólo son vecinos sino que también comparten clase en el nuevo instituto, St Proximus. Pronto Oksa se da cuenta de que están pasando cosas extrañas, totalmente increíbles, en su habitación: su mesa arde repentinamente, explotan las cajas que le quedan por abrir de la mudanza... No se atreve a contárselo a nadie, ¿qué pensarían los demás? La situación empeora cuando descubre una extraña marca, una estrella de ocho puntas alrededor del ombligo, y se da cuenta de que tiene que hablar con alguien. Sólo puede acudir a una persona, la misma con quien lo comparte absolutamente todo: su excéntrica y maravillosa abuela Dragomira. Al escuchar el relato de su nieta se da cuenta de que ha llegado el momento de desvelarle el gran secreto: los Pollock provienen de Edefia, un mundo invisible escondido en algún lugar de la Tierra, y Oksa es su última esperanza para volver a su hogar perdido. Oksa no está preparada para lo que va a descubrir, pero una cosa tiene clara: su vida nunca volverá a ser igual.
Tenía muchas ganas de leer esta novela, a pesar de que su excesiva y, en mi opinión, pretenciosa campaña de publicidad me repelía. No me termina de convencer que te vendan algo como el nuevo lo que sea, en este caso, la nueva Harry Potter. Intentando no comparar, pero resultando inevitable en algunos pasajes de la novela, me adentré en esta lectura, de la que he salido más bien descontenta.
Para empezar, no hay una trama. Oksa descubre que viene de Edefia, y que es la única que puede lograr que regresen allí. La entrenan para ello, hay enfrentamientos con un enemigo, pero ya está. Todo lo que pasa en el libro es un continuo ir y venir de un lado para otro, y, por si fuera poco, no queda nada claro el paso del tiempo, así que es bastante lío. Este libro es más una presentación del mundo mágico del que proceden los Pollock, pues nos detallan su flora, su fauna, y cómo era la vida allí. No es que me disgusten las descripciones de lugares mágicos, pero cuando es lo único que hay en 650 páginas, cansa.
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Las autoras |
Por si esto no fuera bastante pega, los personajes son bastante planos. No hay casi diferencia de unos a otros, e incluso a veces no queda claro quién es quién. Me gusta mucho llegar a creerme a los personajes (mágicos o no), pero aquí me ha costado mucho. Oksa es una niña muy mimada, acostumbrada a conseguir lo que quiere, y que encima lo hace todo bien. Cuando descubre que tiene poderes, no tarda prácticamente nada en dominarlos y todo le sale bien a la primera. Su mejor amigo es un tanto pusilánime, depresivo, y sus padres bastante irresponsables. La abuela es demasiado buena, demasiado dulce. Y el resto de personajes parece que existen únicamente para aportar información.
Otra cosa que no me ha gustado ha sido la enorme cantidad de situaciones supuestamente hilarantes. Hay muchos seres mágicos de Edefia viviendo con Dragomira, y estos provocan situaciones que hacen reír a los personajes, pero que al lector sólo le van a arrancar una mueca de indiferencia, o, en el peor de los casos, vergüenza ajena. Lo que sí me ha parecido gracioso, o simpático, ha sido la forma de hablar de los foldingots (muy parecidos a los elfos domésticos), que se expresan de una manera rebuscada, con gran uso de las pasivas, de rodeos extraños. Pero el resto de situaciones, en extremo forzadas. Tampoco me convence que todos los seres mágicos, animales y plantas, hablen. Pero esto igual es personal.
Y sobre la narración, en fin. Se podría mejorar y bastante. El narrador es omnisciente en tercera persona, pero hace un uso abusivo de interrogantes y exclamaciones, e incluso recurre al lenguaje coloquial (la palabra mogollón me ha sobrado). Es una escritura sencilla, ligera, pero que a veces incluye expresiones o términos demasiado cultos. Quizá sea la traducción, no lo sé, pero creo que no tienen claro si va dirigido a niños, a adolescentes o a adultos. Los diálogos me han fallado en multitud de ocasiones, y la inmensa mayoría de las conversaciones (y no hay pocas) no me han resultado creíbles.
También tengo que mencionar que la novela contiene considerables fallos de coherencia, o, al menos, a mí me lo parecen. Se supone que la abuela de Oksa escapa de Edefia perseguida, y tienen que huir con premura. Lo narran como algo precipitado, sin casi tiempo para reaccionar. Y ya no pueden volver a Edefia (salvo con la Inesperada: Oksa). Pues bien, ya he comentado que la abuela tiene muchísimas criaturas y plantas de Edefia. ¿Cómo es posible? Si estás huyendo porque tu vida peligra, no creo que te pares a coger un ejemplar de cada especie, ¿no? Y no sólo la abuela, parece que cada personaje que procede de allí tiene su propia colección de una decena, al menos, de animales y plantas edefitas.
Os he comentado que hay un malo. No os diré mucho más, pero quería constatar que los enfrentamientos con este malo son más irrisorios que otra cosa. Si alguien es tu archienemigo no te limitas a lanzarle ataques verbales, digo yo.
Algo que me ha cansado, y mucho, es que hacia el final de la novela, cuando la acción debería acelerarse y coger un ritmo trepidante, pasa justamente lo contrario: se ralentiza. Se pasan capítulos y más capítulos hablando y explicando (aún más) cosas. Se hace muy pesado y cuando llega el final, precipitado y dedicándole menos atención que a esas conversaciones, sólo tienes ganas de que termine ya por fin.
Dicho todo esto, añado que, con unas 200 páginas menos, un ritmo narrativo algo distinto, y un argumento más claro (y mejorar ese final, ¡por favor!), la obra podría haberme encantado. También podrían haber dosificado la información sobre Edefia, e ir contando más en otros libros de la saga. Aquí, creo que han pecado de querer crear una nueva moda, con algo que es simplemente pasable, y que, sin esa campaña de publicidad, en España no habría tenido apenas repercusión.
Lo que no entiendo es el éxito que ha tenido en Francia, lo que me lleva a pensar que, tal vez, lo que se autoeditó y lo que finalmente publicó una editorial grande, es diferente, quizá la primera publicación tenía menos páginas... No lo sé.
En definitiva, no me uno a la Pollockmanía, pero como cada cual tenemos nuestros gustos, tampoco me veo en la situación de decir que no lo leáis. Tendréis que decidir vosotros.
RETOS
Reto
Química: No.
Reto
150 títulos: Lectura número 70.
Reto
Leerme mis Libros: Sí. 1/177
Reto
50 libros antes de los 30: No
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