Stephen Edwin King era un joven estudiante universitario cuando comenzó a escribir su saga de novelas La Torre Oscura. Como muchos escritores, su obra está influenciada por El señor de los Anillos, de J.R.R. Tolkien, pero al contrario que otros tantos, que escribieron sus sagas bebiendo directamente de la mitología de la Tierra Media, Stephen quería que su saga fuese diferente, hacer su propio Señor de los Anillos.
 |
Ilustración de Michael Whelan |
Fue el poema
Childe Roland a la Torre Oscura llegó lo que le dio impulso definitivo. Este poema, que relata la llegada de un caballero a la misteriosa
Torre Oscura, dio el pistoletazo de salida a la inspiración de
King. ¿Quién es
Roland y por qué busca esa
Torre? Todo esto, confluyó en su mente y dio inicio a una saga que ha tardado más de treinta años en finalizar.
Esta serie no se queda en las siete novelas que la componen (a cual más tocha, por cierto), sino que entrelaza otras tantas obras de King, e interrelaciona a sus personajes. Una cosa que me gusta mucho de este escritor es precisamente eso: que todo está conectado. Pero esto es un arma de doble filo y lo que a veces son guiños extraordinarios, otras son adelantos de acontecimientos que nunca ocurren.
Sabéis que soy una fan de Stephen King muy peculiar, pues no recomiendo toda su obra, y La Torre Oscura es quizá algo muy difícil de recomendar. Cada novela es distinta, con la intención de que perteneciera a un género diferente (western, terror, ciencia-ficción...), pero fue el gran reto de Stephen King, y no lo llevó a buen término.
La acción arranca con
El Pistolero (
The Gunslinger,
1982, titulado por primera vez en español como
La hierba del diablo) con la siguiente frase:
El hombre de negro huía a través del desierto y el pistolero iba en pos de él. Con este arranque tan prometedor, nos metemos de lleno en un mundo que se ha movido y está devastado, en el que
Roland persigue al misterioso
hombre de negro y ni siquiera sabemos por qué. Tampoco hay apenas ninguna mención a esa
Torre Oscura que da título a la saga y es, de hecho, la novela más flojita de la misma. Si no hubiera tenido la recomendación de mi
hermana, probablemente no hubiera seguido leyendo. Además de
Jake, uno de los mejores personajes jamás escritos y que pronuncia una frase que os debe sonar por el blog:
hay otros mundos aparte de este.
Pero seguí, y me leí la segunda novela, La llegada de los tres (The Drawning of Three, 1987, titulado por primera vez en español La invocación). Esta segunda entrega me atrapó. Aquí conocí a Eddie, a Detta y Odetta; y con la inclusión de nuevos personajes, la madurez de la trama, me quedé enamorada de ese mundo destrozado, en el que los mutantes lentos amenazaban por los rincones, y todo era desierto y arena. Un mundo horrible, un mundo que estaba unido a otros muchos mundos, y que todos tenían en común una cosa: La Torre Oscura. Esa enigmática torre seguía siendo un misterio, pero según iba leyendo las aventuras del ka-tet, me daba igual.

Si os fijáis en las fechas de publicación, la diferencia de años parece abismal. Eso es algo que sigue a lo largo de la saga, y tiene su por qué. Stephen King se metió en un megaproyecto (como yo, al clasificar su obra, ¡jaja!), que le venía grande. Pretendía que La Torre Oscura fuese el pilar central de TODA su obra, que hubiera interconexiones entre muchas de sus novelas, incluyendo lo que se conoce como novelas satélite a la Torre, que no forman parte de la saga pero que aportan, de una manera más o menos directa, información sobre hechos de la saga. De estas novelas os hablaré después, pero ya os adelanto que alguna anuncia algo que va a pasar en el Mundo Medio de la Torre Oscura (nótese la influencia de Tolkien) y luego nunca ocurrió.
No quiero hablaros del argumento de cada una de las novelas de la saga por el destripe que eso puede suponer, así que seré escueta.
En 1991 se publica Las Tierras Baldías (The Waste Lands, de las pocas que se publicó con el título original traducido), con un final absolutamente abierto, que provocó bastante malestar entre los fans de la saga, porque su continuación no llegó hasta 1997. Stephen inclusó recibió cartas amenazadoras, algunas muy divertidas: una chica le envió la foto de un osito de peluche atado y la advertencia "continúa la Torre Oscura o el osito morirá". A King le hizo tanta gracia esta foto que se la puso en su lugar de trabajo, para inspirarse.
Atascado, sin saber qué rumbo tomaría la saga, 6 años después de haber publicado una novela que te deja totalmente colgado, salió a la venta Mago y Cristal (Wizard and Glass, titulado en España La bola de cristal), en el que hay guiños a El mago de Oz, se resuelve (para bien o para mal) lo que había quedado pendiente del libro anterior, pero la novela es un enorme flashback. Casi la mayor parte del libro (quitando algunas páginas del final y otras tantas del principio), nos narra un acontecimiento concreto de la vida de Roland: su paso de niño a hombre, su gran amor: Susan Delgado, y todo lo que ocurrió en Mejis. Esta novela, precisamente por ser lo que es, es mi preferida de la saga.
Y aquí es cuando llega el gran parón de la serie. Stephen King se atascó, no supo cómo continuar su querida saga, y la dejó ahí, en el aire, dedicándose a publicar otras cosas. Se había embarcado en un proyecto gigantesco, que le atormentaba y agobiaba, y pese a ser un escritor prolífico, la Torre le provocaba el mal de la hoja en blanco: un pánico irremediable que le impedía escribir.
Llegó 1999 y con él la tragedia: Stephen King tuvo un fatídico accidente que casi le cuesta la vida. Un conductor en una furgoneta se giró hacia atrás para controlar que sus perros no se comieran unos filetes que llevaba en una nevera portátil y no vio al escritor que estaba dando uno de sus paseos diarios. Se lo llevó por delante. Muchas costillas rotas, la cadera fracturada por varios sitios, pulmón perforado y más daños le tuvieron mucho tiempo luchando entre la vida y la muerte.
 |
Ilustración de Michael Whelan |
Finalmente, se recuperó, pero, al igual que tuvo la cadera tocada para siempre, el trauma del accidente y la posibilidad de su muerte, no se lo quitó de encima. Se nota en que ha incluido el accidente en muchas de sus obras, en La Torre Oscura tiene un protagonismo desmedido, e incluso en la serie Kingdom Hospital el protagonista sufre el mismo accidente. También, en El cazador de sueños (novela que escribió mientras estaba convaleciente, y, al no poder usar un ordenador, lo hizo a mano). Para intentar superar el trauma del accidente, compró la furgoneta que le había atropellado y la destrozó a golpe de bate. No sé si le sirvió como terapia o no.
Después de recuperarse, se puso a escribir la continuación de la saga y publicó La Torre Oscura V: Lobos del Calla (Wolves of Calla) en 2003. La Torre Oscura VI: la Canción de Susannah (Song of Susannah) y La Torre Oscura VII: La Torre Oscura (The Dark Tower) salieron ambas en 2004.
Os podéis imaginar que tanta precipitación, publicar dos libros bastante tochos (la última entrega supera las mil páginas) el mismo año, no podía tener buenos resultados, y ya os lo confirmo: no los tiene.
Para mí, estas tres últimas novelas, deberían ser reescritas en gran parte. LTOV es un gran destripe de Salem's Lot, se pasan un montón de páginas repitiendo la trama de esa otra novela, hay cantidad de paja, y la resolución del argumento está cogida con alfileres. LTOVI es algo mejor, hay más trama, aunque como mucha gente odia al personaje de Susannah, os dirán que es peor. LTOVII es un despropósito total. Sí, tiene cosas buenas, y el final-final (la última página) es brutal, pero el resto no está a la altura.
Ni está a la altura, ni respeta gran cantidad de cosas que se anunciaron que pasarían en otras novelas, en esos libros satélite. No es que nada valga la pena de estos tres libros, pero echan a perder lo que podría haber sido una gran saga que, por el miedo del escritor a morir sin terminar su gran obra, tuvo un final que no está a la altura de las expectativas. Avisados quedáis los que me habéis comentado que queréis leerla.
Las fechas de publicación que os he puesto aquí son las de Estados Unidos, a España llegaron algo más tarde, y en España también la liaron buena, y no sólo con los títulos que los tradujeron como les dio la gana. En muchas novelas, Roland es Rolando, Cuthbert, Cutberto, y el Rey Carmesí, pasa a ser el Rey Colorado. Hay muchísimos fallos de traducción, que hacen que la lectura provoque risas cuando no toca. Cierto es que King se inventa muchos términos, pero no creo que sea tan difícil traducirlos y ser coherentes con esa traducción.
 |
Ilustración de Darrel Anderson |
Recientemente, se publicó una edición revisada de La Torre Oscura I, que aún no he leído (ni sé cuándo leeré), para intentar corregir un poco esos fallos de continuidad. Pero como las siguientes entregas no fueron revisadas, ni los libros satélite, esos errores siguen ahí.
La Torre Oscura ha dado para mucho más: en Estados Unidos hay ensayos sobre ella, que en España no se han editado (y es una pena, porque me encantaría leer The Dark Tower: A concordance, pero mi inglés no da para tanto). Lo que sí que llegaron fueron los cómics basados en ese universo, y que nos narran los acontecimientos del cuarto libro y lo que pasa a partir de ahí en la vida de Roland. Tengo pendiente leerlos, así que ya los veréis por aquí.
Por supuesto, una saga tan importante para un escritor, no puede caer en el olvido y Stephen no ha relegado de su Torre. Anunciaron hace poco la publicación de lo que se conoce como la Torre 4,5, novela que nos contará más acerca de la juventud de Roland. Esto no me termina de hacer mucha gracia, sobre todo porque ya hay una novela que era considerada la Torre 4,5 y es Casa Negra. Pero bueno, yo no soy Stephen King ni mando en su vida, ¡ja, ja!
Sobre la adaptación de la saga a película, os diré que no me hace ninguna gracia. Primero porque no veo viable que se pueda contar TODO en tres películas, aunque hagan series entre medias. Segundo, porque el formato de película + serie no me termina de convencer y tercero, porque para mí Roland es, al igual que para muchos, Clint Eastwood. Javier Bardem no me parece Roland, no me gusta que Ron Howard sea el director... Y podría seguir. Vale que la saga tiene MUCHOS fallos, pero no me apetece que se la terminen de cargar en una adaptación. La cosa está aún muy en el aire, creo que ya no hay productora, que no se sabe si finalmente Bardem estará en el proyecto o no... El tiempo dirá.
Como la entrada me ha quedado un poco larga, en otra entrega os hablaré de los libros satélite, de en qué momento de la Torre habría que leerlos, y de si realmente son relevantes o no para la trama.
Espero que os haya gustado la entrada (y que blogger me deje publicarla).
Las ilustraciones que tienen el autor fueron publicadas con los libros de la saga. La que no lo tiene, no estoy segura de si es de los cómics, o de A Concordance, ni quién es el autor. Si alguien lo sabe, por favor, que me lo diga y lo añado.